Años atrás leía una conferencia hecha por un biólogo, del cual no puedo recordar su nombre. El científico informaba sobre los problemas medioambientales que engloban a toda la población. Irónico pensar que los pronósticos – no solo de él, sino de todos los expertos del medio – pueden quedar cortos y las alteraciones y cambios drásticos en la ecología se dan antes de lo que creemos; como quien dice, están a la vuelta de la esquina.
El biólogo hablaba sobre los peligros ocultos que trae consigo el desarrollo de las medicinas y antibióticos. Partiendo de la idea central que planteo Darwin respecto a la selección natural de las especies, planteaba una cuestión bastante espinosa. Hace alrededor de 1000 años se desato una epidemia cuyo origen fue Europa, y luego se extendió por muchas regiones. Las personas que sobrevivieron, desarrollaron los anticuerpos necesarios. Si bien es cierta, la mortandad fue alta y lamentable, la población sobreviviente resulto genéticamente mas apta para sobrevivir a nuevos cambios.
Muy poco hemos escuchado en la última centuria de epidemias que no fueron controladas con nuevas medicinas. Pero por otro lado, podemos apreciar la aparición sistemática de enfermedades cada vez más mortales, virus con efectos cada vez peores, canceres generalizados en mayor número. ¿Estas enfermedades, son una forma de la naturaleza de reestablecer el equilibrio ecológico? Si el hombre tiene derecho a la vida, tiene el deber de preservarla. Hablando de los problemas de contaminación, sabemos que nosotros somos los principales responsables, y que las alteraciones son en algunos casos irreversibles.
¿Que tan cierto es que, en el afán de prolongar la vida – que es el don mas valioso – y mejorar la vida del hombre, alteramos el ciclo natural de selección, permitiendo un exceso de población? Esto no quiere decir que acepte las medidas de control de natalidad artificiales, he ahí el dilema. Porque el tema de falta de recursotes, y siempre ha sido, solo por una mala distribución de estos.
Cual es la solución, sino medidas urgentes y drásticas, tratando de reestablecer el ciclo ecológico. ¿Se puede disminuir o evitar el deshielo de los polos? ¿Existe solución para el efecto invernadero? ¿Puede una simple película volverse realidad? Ahora sabemos que no esta tan lejos de serlo. Da un poco de temor, ver que los efectos podrían no verlo nuestro nietos, mas bien nosotros mismos. Pensar que las enfermedades son una respuesta de la naturaleza, puede sonar descabellado ¿Pero hasta que punto…cierto?
Me viene a la memoria una frase escuchada de pequeño: Dios perdona siempre, el hombre, algunas veces, la naturaleza no perdona nunca.
miércoles, 5 de julio de 2006
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4 comentarios:
El castigo del ser humano es él mismo...
My dear..
simplemente me fascinó tu post!
Se que no tiene una relación directa, pero, en el anime evangelion, el último apóstol (de los 18) que venía a castigar a los seres humanos era el mismo ser humano... que trajo como consecuencia el fin del mundo y... algo relacionado con lo que Bomba dice en el post pero no comentaré aquí no vaya a ser que alguien no haya visto la película "The End of Evangelion"
Realmente mano, que me impactó tu post, una idea descabellada, pero que hasta puede resultar muy cierta y hasta acertada, para ojos no humanos...
En otras palabras, creo que Finrod me dice que terminare por descubri que soy tan humano como Eliah Baley... hoo.
Humano, demasiado humano, no le dicen...
Mano, si quieres seguir sintiéndote humano y no ir por un camino tan a lo "andrew"(*), lleva a tus venas un poco de alcohol del bueno...
(*) El hombre que vivió tantas generaciones como dedos tenemos en la mano.
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